La pandemia y la población infantil
Dra. Mónica Rut Waisman
Médica Pediatra. MN 41389
Por qué los chicos no
son “tema” en el tratamiento informativo de la pandemia en Argentina?
Porque su riesgo de enfermar gravemente
es bajo, si no presentan comorbilidades?
Porque se considera que sus necesidades
son atendidas, enviando contenidos educativos y/o recreativos por TV o
Internet?
En mi opinión, la ´población de niños,
niñas y adolescentes en esta grave situación, sólo es vista como eventual
transmisor del virus a poblaciones de riesgo, pero no como sujeto de
derecho. Se les aplica política de
aislamiento idéntica al resto de los habitantes, sin atender sus necesidades singulares.
Cuando se los menciona en los discursos oficiales, se habla exclusivamente de
su escolaridad. La población infantil tiene vida y necesidades afectivas más
allá de su programa educativo.
Los niños/as sufren las consecuencias
emocionales del aislamiento con varios agravantes:
Los chicos NO siempre entienden
exactamente de qué se trata.
No pueden salir solos a hacer una compra
a los comercios de cercanía, ni al kiosco que pueda estar abierto a 2 cuadras
de sus casas.
En resumen, están mucho más encerrados
que los adultos.
Los efectos de esta realidad que se
prolonga (cuya justeza no cuestiono) sobre su salud emocional a efectos
inmediatos y alejados, pueden ser devastadores. El uso exagerado de
pantallas, también.
Deberían disponerse medidas particulares
para esta población de riesgo, adaptadas a las características de cada ámbito
habitacional y social:
· Autorizar una salida breve por día, acompañado por un
solo adulto, siempre con las medidas de protección propia y ajena que ya
conocemos. Hay países donde se autorizan salidas escalonadas según N° de
DNI, por ejemplo.
· Caminar, dar una vuelta manzana, salir con la
bicicleta, monopatín, patines, triciclo por la cuadra donde viven.
· Sabemos que los niños mayores de 2 años pueden usar
barbijo o mascarilla facial casera, sin peligro de asfixia.
Esta flexibilización de la
cuarentena para la población infantil urbana de distintos sectores sociales
permitiría que los niños y las niñas eviten caer en la imagen del afuera como
un otro peligroso.
Las sociedades científicas
vinculadas a la salud integral pueden jugar un papel proactivo en proponer a
las autoridades sanitarias y sus asesores científicos, medidas conducentes a
morigerar el impacto desfavorable que el encierro prolongado pueda tener en la salud
emocional de niños, niñas y adolescentes.
Abril de 2020
Dra. Monica Waisman: waismanmonica@gmail.com